LA APARIENCIA UNA MENTIRA DISFRAZADA, PARA CONFUNDIR LAS GENTES
(Quien no soporta el
ascenso ajeno, no es digno de su progreso)
El Culto a la apariencia tiene gran incidencia entre
los humanos más ignorantes y que aun siendo pobre económico, son ricos de
espirito, el síndrome de su jactancia le enferma el apetito, buscan siempre ser
lo que no son, exhibir mentiras aunque tengan que sacrificar su calidad de vida
y el receso de su espíritu, observar las cosas materiales e inclusive inmateriales
que otros poseen le produce envidia, le excita los nervios y el corazón
palpita, pocos son los que aceptan el triunfo del otro, la apariencia humana se
ha hecho un producto mentiroso que se disfraza para confundir gentes que la
compran.
Presumir es sinónimo de vanagloriarse de tener una
posesión social y económica siendo falso, vivir sin sosiego aparentando lo
incierto y queriendo cubrir su miseria con lo que cree el otro, su miseria
cerebral conforma su jactancia de apariencia, se empeña en vender un producto
que solo produce en la mente, la falsedad corrompe su conducta de tal forma que
se hace un mitómano patológico, se cree sus falsedades y confunde a los que
oyen sus discursos que envuelven sus exponencia falsas.
La Jactancia personal, el delirio emocional y exhibicionista
de los humanos los conduce a lo que las escrituras Bíblicas denominan Conductas
relajadas, el libro 1ª de Juan 2,16 expresa “Porque todo lo que hay en el mundo, el
deseo de la carne, el deseo de los ojos, la ostentosa exhibición de vida, no se
origina del padre, sino del mundo, hacer la voluntad de Dios es permanecer para
siempre” hoy el mundo rinde culto al consumismo de cosas que
aparenten grandiosa, exhiban poder de compra de cosas que no necesitan , solo
para exaltar su arrogancia e importancia de lo que compra, y enarbolar el poder
económico frente a sus semejantes , la carne y sus deseos son ambiciosos e
insatisfecho, la ambición de obtener cosas materiales es infinita, solo sucumbe
en el sepulcro.
La altanería de poder, de sobresalir, de sentarse en
el sillón delantero, pronunciar un discurso avasallante de los expuestos por
distintos exponentes, le produce jactancia de venderse como el mejor expositor en
la elocuencia, como un gran erudito, la apariencia exorbitante alimenta la
borrachera de la jactancia, vendiendo acontecimientos falsos como cierto, su
realidad es ficticia, un mito, solo apariencia, vivir de la apariencia es ser
jactancioso y mentiroso consigo mismo, pretende engañar a todos con su conducta
de bultos, aparentando riquezas falsas con deudas por cada esquina que enseña
su cuerpo.
Rendir culto a la apariencia motiva el consumismo, es idolatrar los objetos, es
adorar las cosas materiales como dioses, es vivir de la ilusión endeudándose,
cambiando la calidad de vida por la intranquilidad de espirito, esclavizado con
los compromisos y sumido en la ansiedad que producen éstos, vivir atado a la
apariencia para confundir las gentes, un pan vacío
sin compromiso, ofrece mejor digestión que un pan acompañado de leche y tocino
sabroso, pero con deuda que comprometa la tranquilidad de espirito.
La Costumbre conductual de aparentar grandezas, se
expresa en distintas facetas, tal como la belleza femenina y su lujuriosidad,
las riquezas económicas, la pedantería con el conocimiento, se rinde culto a la
apariencia haciéndose idólatra y ególatra de su cuerpo, el espirito de la
apariencia se alimenta de la arrogancia, altanería, altivez, vanidad, soberbia
e ignorancia, aparentar significa pretendon, altivez, alimentando el espirito
de arrogancia y jactancia con mentiras disfrazada con la falsedad que se
presenta.
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