COMO DIAMANTE EN BOCA DE SERPIENTE (EL JUEGO DE AZAR)
COMO
DIAMANTE EN BOCA DE SERPIENTE
(EL JUEGO DE AZAR)
POR: POLANCO ANIBAL
Hechos Ludópatas van en
todos momentos hasta las Bancas de apostar, ilusionado en la fantasía que le exhibe la
Serpiente con el Diamante en su boca, que es el Cebo de abstracción como
carnada de Oropel, que cuando la Compañía que oferta los números ganadores no
complace su ilusorio sueño, solo quedan en su mentes desencantos y una
esperanza boba para la jugada próxima, que en horas se presenta la Serpiente
con el Diamante en la boca, pero ataviado en unos dientes que difícilmente deje
que algún jugador extraiga el Diamante, tradúzcase el Pale o premio deseado.
Cubierto su cuerpo en
la monstruosidad de una Roca, la Serpiente modela el diamante que produce
esplendor y un brillante que motiva el gusano de apostar dinero y más dinero
para conquistar el diamante, porque es difícil extraerlo de los dientes de la
Serpiente, pero la Ludopatía que enciende el gusanito del Vicio es más fuerte,
y no importa los continuos fracasos, las pujas siguen mientras aparezca
cuartos, y quien preste para seguir las apostas de Bancas en Bancas.
El Presupuesto familiar
sufre los efectos y se minimiza, Papa, el apostador, Mama, cuando la hoja se invierte,
muchas veces dejan los Niños sin la alimentación real por culpa del diamante
que exhibe la Serpiente en su Boca, porque ni Papá ni Mamá logran extraer el diamante que es solo una
ilusión que viven en continuidad los Ludópatas, que su resultado final, es el
Oropel hecho angustias, escasez familiar, incumplimiento de los compromisos y
endeudamientos por los cuatro vientos.
¿Como se extrae el Diamante de la Boca de la Serpiente?
Con el Ahorro diario,
sea muchos o poco, se hace pinza de la Boca de la Serpiente, con ella va
aflojando cada diente de la Serpiente y en poco tiempo extrae con ganancias y
satisfacción el tesoro que como engaño muestra la Serpiente, que es el Cebo que
promueve el juego de Lotería y que incentiva la Ludopatía, de cada Mil Pesos, de cada quinientos, de cada
Trescientos y así sucesivamente, ahorre el 70 por cientos, el 60 %, el 50% etc.
En pocos tiempos le aflojaras los dientes a la Serpiente y con facilidad
extraerás el Diamante de la Boca de la Serpiente, y te servirás como fiel
Medicina para curar el Trastorno de Ludopatía.
Con el auxilio de un
esfuerzo de Voluntad, se pueden bloquear los estímulos que activan el deseo del
Ludópata, que la presencia del Diamante en la Boca de la Serpiente le refleja
un brillo irracional e irreflexivo que lo conduce a un apetito y ansiedad de
lograr desprender el tesoro que es la moneda que produce el premio, que no es más que la fantasía
ilusoria para continuar la aposta en Banca, facilitadora del juego de azar.
¿Conoces la Conducta instintiva de un insecto pequeñín que
se llama Hormiga?
Pues,
la Conducta pre-invierno de ese ser muy pequeño, que rastrea Cientos de Kms en
busca de alimentos para amontonar en Nichos que construye para librarse de los
tormentosos desaciertos cuando enrrojiza el Invierno, la Colonia se mantiene
sin peligro de sucumbir por su eficiencia de trabajo, pues el ahorro prolongado
para amontonar los Nichos Subterráneo de alimentos, le garantiza la permanencia
hasta que termina el Invierno y llega el Otoño y Primavera, que retorna a su
Vida cotidiana.
La
Prudencia, el Celo, la moderación y la Cautela, deben ser norma a seguir, por
quien pretende lograr objetivos que le aporten una vida de triunfos y
permanencia dentro de parámetros adecuados, Sed cautos, el Mundo está lleno de
engaños que la Avaricia de los que más tienen, ponen al alcance de los débiles,
para arrancarle el sudor sacrificado con el Diamante ilusorio que se exhibe en
la Boca de una Serpiente, con un brillante falso que se promueve por un
trastorno desconocido por el consumidor que para el Juego de Lotería solo ve
Bonanza en premio que se muestra como real, en la fantasía de un Trastorno
Psicológico—LUDOPATIA
“Ante eso, Jehová Dios dijo a la
Mujer: ¿Porque has hecho eso? A lo cual respondió la Mujer: La Serpiente… ella
me engaño, y así es que comí” GENESIS 3, 13
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